Estás pensando qué un buen regalo para Papá Noel o para Reyes puede ser una freidora de aire. Las freidoras de aire son una buena opción para quienes les gustan disfrutar del sabor de un buen frito, pero odian el exceso de aceite que desprenden. Así, este pequeño aparato electrodoméstico es capaz de asemejar el sabor y la textura de un frito y, al mismo tiempo, cocinan más sano, no desprenden olores y son más fáciles y cómodas de limpiar.
Con una freidora de aire se reduce entre el 70 al 80% de las calorías del alimento frente a los grandes fritos sumergidos en AOVE. Ya no es necesario bañar los alimentos en aceite para obtener unas sabrosas patatas fritas. La magia la crea el aire que circulando a alta temperatura y cierta velocidad cocina los alimentos de una manera bastante similar al aceite, pero sin esa gran cantidad de grasa añadida. Quedan prácticamente como si los hubieras cocinado en una freidora convencional. Si quieres que se asemeje a la textura y el sabor, opta por añadirles el aceite con un espray a la hora de repartir la grasa.
Además de freír, estos pequeños electrodomésticos hornean y asan – hace las tareas de un minihorno- con lo que son un gran comodín para ayudarte en las tareas culinarias. En ellas, podrás hornear pan, pizzas e incluso, pollo. Esto es posible gracias a su sistema que hace circular aire muy caliente por dentro, de forma que el aire pasa, rápidamente e infinidad de veces, por la superficie de la comida, creando una textura crujiente en el exterior y dejando el interior suave, cocido y jugoso.
Ventajas de una freidora de aire
Consumo eléctrico. Estos electrodomésticos trabajan haciendo circular aire caliente en todas las direcciones, permitiendo así que los alimentos se cocinen rápidamente.
Limpieza fácil. Sólo será necesario vaciar los restos y se limpia con facilidad al no tener un exceso de grasa.
Menor tiempo para cocinar. Unas patatas fritas están en su punto óptimo en unos 15 o 20 minutos, según la marca y el modelo.